El arte al servicio del alma

Hola, damas y caballeros. Aquí estoy una vez más dando señales de vida artística, ya que Paul Donovan quiere seguir contando su historia a través de mi pincel. Estoy realizando el número cuatro de Tempus Fugit, y tenía ganas de regresar a esta línea de tiempo, ya que en el número tres se cuenta una historia de su juventud, dentro de un argumento de acción y aventura. En esta ocasión, la oscuridad regresa en la línea de tiempo del principal arco argumental. Mi ritmo pausado dilata la producción de las páginas, pero las imágenes se reflejan en el papel sin dificultad, ilustrando esta historia que un día de confinamiento decidí escribir. Voy percibiendo la fragilidad emocional de este momento de Tempus Fugit, la ternura y las cosas pequeñas que hacen de sostén para una vida herida en proceso de curación.  A la vez que dibujo, voy sintiendo emociones encontradas en plan “a quien le importa esto”, a lo que seguidamente, mi yo amable responde “a mí mismo”, y recuerdo la sensación de gratitud que siento en los salones de cómic, cuando narro a quienes se acercan a mi mesa, cómo es mi proceso de trabajo, mientras ojean las páginas, que son trocitos de mi alma. Esto le da sentido a levantarme a las 4 de la mañana para dar trazos antes de ir a trabajar a la fábrica. En el silencio de la madrugada, en compañía de mi amiga, compañera y esposa, doy con cariño trazos en el papel. Me he puesto fotos de Francisco Ibañez y Will Eisner en la pared, para que me den su energía e inspiración. Aun quiero poner más, de Jack KIrby, Carlos Pacheco, Berni Wrightson, Santi Pérez, Jack Kamen, Carlos Valenzuela…  En el silencio de la noche, me siento arropado por ellos, y encuentro sentido a mi profesión del alma. Hacer historietas es un acto de amor a mí, a los autores que me han construido y especialmente, a quienes disfrutan de mi trabajo. Gracias por estar ahí.

Saludos, damas y caballeros.

Recién llegado de Manchacomic (XI Salón del Cómic y la ilustración de CLM), dejo que se aposenten las sensaciones, las impresiones, las vivencias, las reflexiones. Y honestamente puedo decir que venimos con un buen sabor de boca, una vez más, el número 1 de TEMPUS FUGIT ha batido records de venta, agotando todos los ejemplares, y del número 2, apenas han quedado 5 o 6 ejemplares.

Mi preciosa esposa Nati y yo, hemos visto y comprobado, que merece la pena levantarse cada mañana para dar trazos, trazos con cariño y pasión, trazos al servicio de una historia con luces y sombras, que me acompaña permanentemente, sale de mi poco a poco y finalmente llega a las manos de más de 300 personas, que acogen en sus casas la vida de este personaje, que avanza a trompicones pero sin rendirse, viñeta tras viñeta. 

Me gustó expresar lo que siento a todas esas personas que pasaban por mi mesa, transmitiendo un sentimiento verdadero, haciendo lo posible por que se llevarán a mi personaje en sus manos… y en sus corazones.
A todas y cada una de esas personas, doy mi más enorme gratitud, doy las gracias por ayudar a cumplir un sueño (frase que he repetido hasta la saciedad).
La bella Ciudad Real, ha vuelto a acogernos con amabilidad, llegando a pasar una estancia agradable, divertida y entrañable. Confirmando así, que debemos regresar siempre que nos sea posible.
La organización del evento ha sido excelente, atendiendo cada vez que necesitábamos cualquier cosa, gracias a ellos también.
Agradezco también los buenos ratos con compañerxs de creatividad, especialmente a Raúl Lara y a Juanjo López, con quienes hemos disfrutado de las delicias culinarias de la ciudad.